The Smiths

The Smiths: Revolución Musical Desde Manchester
En 1982, desde las calles de Manchester, surgió una banda que cambiaría el curso de la música independiente británica para siempre: The Smiths. Compuesta por el carismático y controversial Morrissey en la voz, el virtuoso Johnny Marr en la guitarra, Andy Rourke en el bajo y Mike Joyce en la batería, esta agrupación redefinió los límites de lo que una banda de rock podía ser. Morrissey y Marr, dos mentes creativas que se complementaban a la perfección, formaron una de las colaboraciones más icónicas del rock de los 80.
Firmados con el sello independiente Rough Trade Records en 1983, The Smiths se destacaron desde el principio con su rechazo a las modas del momento, como el synth-pop que dominaba las listas de éxitos. En su lugar, abrazaron una mezcla única de rock de los 60 y post-punk, un sonido crudo y auténtico que resonaba en una generación desencantada. Su álbum debut homónimo, The Smiths (1984), fue solo el principio de una carrera marcada por la crítica social, la melancolía, y la mordacidad característica de Morrissey.
La banda alcanzó el número uno en el Reino Unido con su segundo álbum, Meat Is Murder (1985), un trabajo que no solo consolidó su éxito, sino que también mostró su habilidad para fusionar letras profundas con un sonido cada vez más complejo. Sin embargo, fue con The Queen Is Dead (1986) y Strangeways, Here We Come (1987) que The Smiths se catapultaron al éxito masivo en Europa. Aunque brevemente se convirtieron en un quinteto con la adición del guitarrista Craig Gannon, la esencia de la banda siempre residió en la química creativa entre Morrissey y Marr.
La influencia de Marr como guitarrista fue revolucionaria. Inspirado por figuras como James Honeyman-Scott de los Pretenders y Bert Jansch de Pentangle, su estilo se distinguía por sus arpegios brillantes y afinaciones abiertas, creando un sonido que parecía a la vez sencillo y monumental. Mientras tanto, Morrissey aportaba letras que, aunque superficialmente sombrías, estaban llenas de ironía y humor negro. Temas como la desesperanza, la alienación y la muerte eran recurrentes, pero tratados con una sensibilidad única que lo convirtió en la voz de una juventud marginada y sin rumbo.
A pesar de su éxito, tensiones internas llevaron a la ruptura de The Smiths en 1987. Lo que siguió fueron demandas públicas por regalías y la certeza de que nunca se reunirían, a pesar de numerosas ofertas para hacerlo. En 2023, la muerte de Andy Rourke marcó el fin definitivo de cualquier esperanza de ver a la banda junta otra vez.
El legado de The Smiths es innegable. Sus álbumes y sencillos dominaron las listas del Reino Unido y su influencia se extendió mucho más allá de las fronteras británicas. Artistas como Radiohead, Oasis, The Stone Roses y Arctic Monkeys reconocen la profunda huella que dejaron. La guitarra de Marr y la voz inconfundible de Morrissey se convirtieron en la banda sonora de una generación. Y aunque Morrissey se ha vuelto una figura polémica en los últimos años, el impacto cultural de The Smiths sigue siendo incuestionable.
Su estética visual también fue parte integral de su identidad. Las portadas de sus álbumes y sencillos, diseñadas por Morrissey junto a Jo Slee de Rough Trade, reflejaban su fascinación por las estrellas de cine y la cultura popular de los años 60, añadiendo un toque nostálgico a su imagen. Además, en escena, Morrissey rompió con los estándares de lo que se esperaba de un líder de banda de rock, subvirtiendo las normas con su estilo andrógino y gestos excéntricos, como agitar gladiolos en el escenario.
The Smiths fueron más que una banda de rock. Fueron un fenómeno cultural, un grito de autenticidad en medio de la superficialidad de los 80. Y aunque sus días como banda quedaron atrás, su música sigue resonando, ofreciendo consuelo y compañía a quienes aún encuentran en sus canciones un reflejo de sus propias vidas.



