Camilo Sesto
Camilo Blanes Cortés, mejor conocido como Camilo Sesto, no fue simplemente un cantante. Fue un ícono de la música en español que, a lo largo de más de cinco décadas, marcó a generaciones con sus melodías y letras cargadas de emoción. Nacido el 16 de septiembre de 1946 en Alcoy, España, y fallecido el 8 de septiembre de 2019, su carrera es una historia de éxito sin precedentes en el mundo de la música latina. Pero detrás de las cifras millonarias y los escenarios abarrotados, había un artista que supo conectarse con el alma de su público.
Camilo Sesto no solo cantaba, componía y producía sus propios discos. En una industria donde es común depender de grandes equipos de producción, él era dueño de su propio destino. Con ventas que, según algunas fuentes, superan los 175 millones de discos —aunque las certificaciones oficiales indican más de 2.8 millones—, su impacto es indiscutible. Más allá de los números, lo que define su legado es cómo sus canciones lograron penetrar en la cultura popular y en la vida de millones de personas a lo largo de América Latina y España.
Su carrera comenzó en la década de los 60, cuando formó parte de varias bandas de pop y apareció en televisión. Sin embargo, fue en los 70 cuando su estrella realmente comenzó a brillar. En 1972, lanzó “Algo de Mí”, una balada que no solo alcanzó el número uno en España, sino que también lo catapultó al estrellato en toda América Latina. Camilo Sesto era diferente: tenía la capacidad de escribir canciones que resonaban en lo más profundo del corazón. Canciones como “Vivir Así es Morir de Amor”, “Perdóname” y “¿Quieres ser mi amante?” se convirtieron en himnos para quienes buscaban en la música una forma de expresar sus emociones.
Pero su talento no se limitaba a cantar. Camilo fue también el compositor de muchos de sus mayores éxitos y escribió para otros grandes artistas de la música en español, como José José, Miguel Bosé y Ángela Carrasco. Además, produjo y adaptó al español un disco de la banda australiana Air Supply, demostrando su versatilidad como artista.
En 1975, asumió el reto de protagonizar la versión en español de la ópera rock Jesucristo Superstar. En un gesto audaz, financió el proyecto él mismo, y la apuesta le salió bien. La obra fue un éxito rotundo, extendiéndose por cuatro meses en Madrid y recibiendo elogios tanto del público como de la crítica. Fue, sin duda, uno de los momentos cumbre de su carrera, consolidándolo como una de las figuras más importantes de la música en español.
A lo largo de los años, Camilo Sesto nunca dejó de evolucionar. Aunque se retiró temporalmente en 1987, regresó con fuerza en 1991 con el álbum A Voluntad del Cielo, cuyo sencillo “Amor Mío, ¿Qué Me Has Hecho?” alcanzó el número uno en las listas latinas de Billboard en Estados Unidos. Incluso después de un trasplante de hígado en 2001, siguió grabando y presentándose en vivo, demostrando su inquebrantable dedicación a la música.
Su influencia trascendió fronteras. Camilo no solo fue adorado en España y América Latina, sino también en lugares tan lejanos como Japón y Europa. Con canciones grabadas en varios idiomas —incluyendo inglés, italiano y portugués—, su música logró conectar con personas de diferentes culturas y continentes.
En 2019, pocos días antes de cumplir 73 años, Camilo Sesto nos dejó, pero su legado sigue vivo. Fue un artista que definió una era, un creador incansable que, hasta el último momento, puso su corazón en cada nota que cantaba. Su inclusión en el Salón de la Fama de los Compositores Latinos en 2017 es solo una prueba más de su impacto duradero.
Camilo Sesto no fue simplemente una estrella; fue una leyenda cuya música seguirá resonando en los corazones de quienes lo escucharon.
