Billy Idol

William Michael Albert Broad, conocido por todos como Billy Idol, nació un 30 de noviembre de 1955 en Worthing, Inglaterra. Desde joven, Idol demostró ser cualquier cosa menos un chico común. Con una personalidad rebelde y una inclinación por romper las reglas, no pasó mucho tiempo antes de que encontrara su lugar en la música, convirtiéndose en un emblema del punk rock en los años 70.
Pero su historia no se detiene ahí. Idol no solo fue el líder de Generation X, la banda que lo llevó a la fama en el Reino Unido. Decidió dar un paso más, mudarse a Nueva York y apostar por una carrera en solitario que redefiniría su futuro. Junto al virtuoso guitarrista Steve Stevens, lanzó éxitos como “Dancing with Myself” y “White Wedding”, marcando el inicio de una era donde MTV dictaba el gusto musical de millones de jóvenes.
Con Rebel Yell, su segundo álbum, Idol conquistó las listas de éxitos no solo en su tierra natal, sino también en Estados Unidos. Canciones como “Eyes Without a Face” mostraron que, detrás de su imagen de chico malo, había un artista versátil capaz de emocionar a multitudes. Su éxito fue tal que para finales de los años 80, Billy Idol ya era una leyenda viviente.
A pesar de alejarse un tiempo de la escena musical en los 90, Idol siempre encontró el camino de regreso, demostrando que su espíritu rebelde y su amor por el rock no tienen fecha de caducidad.



